Cómo gestionar un ataque de pánico
4 marzo, 2020
Beneficios de acudir al psicólogo
1 junio, 2020
Para enfrentar los ataques de ansiedad recurrentes, siempre es recomendable acudir a una consulta de psicología en Parla donde se te aplicará el tratamiento adecuado.
Con ansiedad nos referimos a una respuesta natural del cuerpo, el cual reacciona ante acontecimientos sentidos como amenazantes. Por eso, en la consulta de psicología en Parla se valorará si estamos frente a un ataque aislado y, en principio, no será necesario aplicar ningún tratamiento.
Eso sí: si comenzaras a experimentar ansiedad cada vez más a menudo, y esta se desencadena frente a situaciones que, en realidad, crees que no deberían generarte tal estado de incomodidad y alerta, quizás debas comentarle tu caso a un profesional. Y es que la ansiedad puede afectar a tu cuerpo más de lo que crees:
– La voz se pone tensa y ronca.
– Dificultades para tragar.
– Exceso de producción de cortisol: esto genera más glucosa de la necesaria y supone un peligro para quienes padecen diabetes.
– Alteraciones en el flujo sanguíneo, las cuales provocan enrojecimiento de mejillas y sudores fríos. A su vez, el aumento del ritmo cardíaco incrementa las posibilidades de padecer problemas cardiovasculares: hipertensión, arritmias, ataques de corazón, etc.
– Fuerte tensión muscular, que puede ser la causante de dolores en la cabeza y problemas de rigidez en hombros.
– La ansiedad también afecta a los pulmones: se ha comprobado la relación entre los ataques de pánico y las personas asmáticas.
– Fuerte sensación de desgaste y fatiga.
– Problemas en el sistema digestivo, llegando a provocar colitis y ardores.
– Debilitamiento en el sistema inmune, incrementando las posibilidades de contraer enfermedades como la gripe.
Si quieres superar tus problemas de ansiedad, ponte en contacto con nosotros en Gabinete Psicopedagógico Estímulo. La gran formación y experiencia de nuestros profesionales es nuestro mayor aval. Por otra parte, también podemos ayudarte a superar problemas de fobias, estrés, insomnio, depresión, problemas de pareja, etc.
